En las líneas de investigación en atención y emoción que estamos trabajando en los últimos proyectos, he echado en falta unos mejores fundamentos básicos en fisiología del sistema nervioso y el cerebro y neurociencia, así que estoy relacionando un curso sumamente interesante ofertado en la UPNA, dentro del Máster Propio en Cultura Científica. El curso se llama Introducción a la Neurociencia, impartido por José Ramón Alonso, Catedrático de la Universidad de Salamanca.
La primera tarea en el curso no ha podido ser un reto más interesante: explorar un cerebro de cordero para ver qué partes podemos identificar. Para ello, he utilizado como material de apoyo principal los dos vídeos sugeridos:
Creo que ha ido bastante bien, a continuación os dejo unas fotos con mis conclusiones principales.
A primera vista: giros y surcos
Una vez me hice con el cerebro en la carnicería (dos mejor que uno, para prevenir), lo primero que hice fue cocer unos minutos las dos piezas para que fueran más fáciles de manejar. Como se puede observar en la vista dorsal posterior, lo primero que llama la atención es lo notorio de los giros y surcos en la corteza, especialmente por el cambio de color.
El cortex cerebral
En segundo lugar, repasamos toda la parte exterior. En las dos piezas el cerebelo quedó desconectado del cerebro tras la cocción y bastante deshecho, aí que no he podido observar esa parte en detalle. El cerebro, sin embargo, quedó compacto de manera que se podía manejar con relativa facilidad. En la imagen están las tres vistas (dorsal, ventral y lateral) y se puede observar toda la corteza, con sus lóbulos (frontales, parietales, temporales y occipitales). La cisura interhemisférica, que divide los dos hemisferios cerebrales se observa muy bien también en la vista ventral.
Vista interior
Una vez repasada la capa externa, llegamos a la disección para ver el interior. Esta parte me ha supuesto un reto importante, porque me ha resultado complicado distinguir algunas de las estructuras. Por ejemplo, no he conseguido localizar el hipotálamo y no estoy del todo segura de que la posición que he marcado para el tálamo sea la correcta.
Conclusión
Esta tarea me ha permitido tangibilizar conocimientos que, dada mi escasa formación en fisiología, me resultan abstractos y de difícil comprensión. El cerebro es un órgano de enorme complejidad y observar sus estructuras a simple vista es un primer paso para entender los mecanismos de atención, emoción y aprendizaje, tan relevantes en el ámbito del marketing y el análisis del comportamiento del consumidor.